Pa que flipéis de los Andes, que pasada, no?
Pues ayer estuve en Otavalo, y como véis hicimos una rutilla de senderismo fantástica, hasta llegar al parque del Cóndor, pasando por un árbol que se llama la lechera, que tiene propiedades mágicas. Fue un recorrido precioso.
La cosa es que de vuelta, llegamos algo tarde a la terminal, y mis dos compañeros de aventuras se tenían que regresar a Quito, a mi me venía de rollo quedarme por allá, había un pueblecito que me llamaba la atención, Peguche, pero era bien tarde y ya no salían buses, y tenía un ángel protector, que escuchó que me decían (yo ya me había despedido) que me podían dejar en la panamericana, cerquita del pueblecito, como caminando a 1o minutos, pero era ya de noche, y Miguel, mi caballero medieval protector, que me había seguido, me dijo, Anda, Sandra ven para Quito, no me parece buena idea que te dejen en medio de la carretera de no sé sabe dónde, y bueno, me fui con el caballero andante.
Bien, Miguel, es todo un personaje, es un montañero de los de verdad, de esos que suben ocho mil y picos, que se quedan un mes entero en campamentos bases, sin ducharse, derritiendo nieve para beber y esas cosas, impresionante.
Y ahorita, mi caballero me ha dicho ésta mañana, que durmiera más tiempo (en eso me ha recordado a ti, tiempos ha, Mama), que mientras él iba a intentar recuperar su mochila al aeropuerto (como no, también perdida) y que luego nos íbamos al casco antiguo, a ver a un tipo, que conocimos ayer, y que se recorrió todo Ecuador en bicicleta, y está haciendo una exposición de fotografía. Así que ayer trasnochamos un poco, y no veas como pegan los margaritas de acá, y así estoy, aprovechando para escribiros unas palabras.
Mañana, por fin, me voy hacia Chunchi. No sé si me podré comunicar desde allá, la verdad. Creo que es un pueblo verdaderamente pequeño, aunque no me quiero adelantar. Pero antes de ayer, hablé con Jorge, uno de los responsables de la ONG, y me dijo, que si me en cualquier momento me quería regresar que no había problema. Eso me sorprendió enormemente, y él me dijo, que bueno, que era un sitio realmente pequeño, que voy a estar sola, y que bueno, que voluntarios anteriores no habían tenido problemas, pero se habían aburrido enormemente. En principio, no le veo el caso, pero bueno, yo nunca he sido una gran sufridora, así que pienso pasármelo genial, aprender un montón y si no, a otra cosa, mariposa.
Total, que no sé exactamente, si me podré conectar, sé que el alcalde tiene internet, no sé si en su casa o en un supuesto ayuntamiento, si no, al próximo fin de semana seguro que estaré en algún lugarcillo que si me podré conectar, així que no patiu Papas.
I bé, ahora intentaré cargar alguanas fotos en las ediciones anteriores, a ver si me'n surto.
On estan els capullitos del Miquelet i la cunyá?
A las Argentinas, es alucinante este tipo de tiempo loco, nevando a saco por vuestra tierra, ya ves, suerte con el fútbol, sobretodo a ti Susana, ojalá ganéis.
Y na más, hasta prontito, ya la próxima desde Chunchi, o por allá.
Besitos y abrazotes.
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