miércoles, 18 de julio de 2007

Me cambié de lugar de hospedaje...

Bueno, creo que os voy a escribir muchísimo, al menos por ahora, y es que éste pueblo es un pueblecito pequeñito, a las 17 h en teoría acabo de trabajar, digo en teoría porque cuando empiece con los de la alfabetización los voy a tener que cojer a partir de las 18:00h-



Como cuesta reorganizarse, además la Dra. Martita como la llaman por acá, es un poco atabalada, con una hijita de 7 meses, que viene la que la cuida a que le de de mamar, muy tierno... Pero hoy ha aparecido por el centro un total de 10 minutos, creo. Ya estoy haciendo más de trabajadora social, que de psicóloga, pero ha sido muy interesante. Me falta sentarme con ellos para reorganizarnos, pero bueno, creo que lo conseguiré. Por lo de pronto, va apareciendo gente. Y hasta hoy incluso he dado una cita a una chica del hotel mientras desayunaba (buff), que me ha preguntado cuanto cobraba, le he dicho que nada, por supuesto, que estaba colaborando con el municipio, y así de esta forma (por ahora, espero) van llegando...



Es un poco raro, como psicóloga estar en un pueblo, creo que tengo que dar ejemplo, así que por ahora ni a tomar una cerveza he ido. No sé que dirían las psicólogas de ésto (niñaaasssss, socorrooooo) , pero claro, estoy en un pueblo, soy extranjera y salto a la vista ya de por sí, y encima vengo para hacer de psicóloga. Yo siempre he sido muy rígida con el papel del psicólogo (nunca explico nada de mi vida, a no ser que tenga un objetivo absolutamente terapéutico y nunca es cierto cuando lo hago, al menos en parte, es toda una filosofía), hasta éste año nunca di el teléfono, en el curso de EMDR me animaron a hacerlo, diciendo que esto daba confianza al paciente, y que en sí, casi nunca llamaban, y es cierto, llevo un año y me han llamado en contadas ocasiones, y siempre de una forma muy justificada. Pero claro, el psicólogo que está a la vista de todo el mundo..., bueno, iré meditando, por ahora soy absolutamente intachable, solo soy una psicóloga, bufffffff..........



Que ya sé porque no me quisieron dar el aula que forma parte de la parroquia, ellos me dijeron que hacían cursos de tanto en tanto, y que mejor esperar al párroco para preguntarle, yo llevaba ya dos días y curso no vi ninguno, pero en fin... Pues hoy, cha chan, iba entrando gente y se iba metiendo en el aula. Y ha habido un momento que ha entrado un señor indígena a preguntarme que dónde estaba el curandero, yo le he dicho que no sabía, que preguntara a secretaría que estaba delante. Yo le he seguido la vista, por supuesto y he visto que la secretaria le señalaba hacia la susodicha aula, que está hacia el fondo girando a la derecha.



Cuando he visto que la secre de la parroquia se levantaba, me he levantado yo también y le he preguntado por el curandero. Me ha explicado que venía los miércoles y los sábados y que curaba con cuy, en la parroquia señores.



Ha sido muy curioso, porque justo ayer, estaba leyendo a la venadita, uno de los libros ecuatorianos que compré y justo explicaba la propia venadita que se murió, y que fue al cielo y que Dios le hizo volver porque tenía que hacer muchas cosas en la tierra. Cuando volvió, dice que sabía que hierbas coger para curar y que también curaba con cuy. El cuy (en lengua quichua, por cierto ya me he enterado que el quichua es una variante ecuatoriana del quechua) es un conejillo de Indias, que por acá cocinan asado muy rico y aún no he tenido la oportunidad de probar. Total que la venadita agarraba al cuy, lo limpiaba y lo pasaba por el cuerpo de los pacientes, luego le abría las entrañas y sabía que enfermedad tenía, así como también curaba la enfermedad porque supuestamente había pasado a las entrañas del cuy.



Pues la venadita murió por el año 95 o así, y yo pensaba que estas prácticas debían estar erradicadas. Pues no, porque el curandero hace éstas prácticas en el aula que me gustó y que le queremos solicitar al padre.



Pues nada, la secre me ha dicho que no creía que tuviera el curandero ningún problema de que viera todo el proceso, que fuera nomás, pero me parecía muy fuerte, irrumpir en la sala así como así. Y he esperado a que acabara, y después le he visto salir a la parte trasera del centro que hay como un patio. Se estaba lavando las manos, y me he presentado. Él me ha preguntado si era misionera, buffff, me ha sonado fatal, le he dicho que estaba colaborando con el municipio y que me encantáría ver como cura. Y me ha dicho que vale, y hemos quedado que el próximo miércoles lo veré. Tengo una curiosidad que me muero.



Y que ya me he cambiado de hospedaje. Que era muy tétrico y no entraré con términos escatológicos, porque sería de mal gusto. Pero si estuviera en medio de una montaña o de la selva y no tuviera otro sitio dónde ir, me conformaría, pero estando un sitio un poco más agradable a una cuadra, paso, que tengo que estar llena de fuerza.



Eduardo me decía que me esperara un poquito y yo le he dicho que por supuesto, pero que me esperaría en el otro hospedaje, que no se preocupara por mi. Porque él me decía que mi hospedaje y alimentación me lo tenía que pagar el municipio, le he dicho que me parecía bien que pagaran esa parte que ellos ya habían previsto. Me ha dicho que me están intentando amueblar un apartamento que tiene el ayuntamiento, así que no sé hasta cuando me quedaré en el hotel.



Y me he llevado un pequeño revés. El niño de ayer, que supuestamente no quería estudiar, me ha venido hoy y me ha dicho que ya se lo había pensado y que si que quería estudiar, pero que sus papas no tenían dinero, yo le he dicho que no se preocupara, que seguramente le darían una beca. Juro que ayer pregunté a Martita si el municipio daba becas para estudiar y me dijo que si. Lo que se olvidó de decirme es que sólo daban 10 y que ya estaban dadas, y que a no ser que uno no empezara a sacar malas notas, no se reemplazaba otra beca. Estamos hablando del colegio, es decir, aquí lo empiezan a partir de los 11 años, después de la escuela.



Me he llevado un poco de chasco, y no sé como hacer. Yo me he girado al niño, que es un encanto, y le he dicho: no te preocupes, ya hablaremos, y le he guiñado un ojo. Pero no sé como se arreglará.



Vivimos en una sociedad fantástica, dónde uno no se ha de preocupar ni por la sanidad ni por la educación (algo tan básico), eso no pasa por acá. Por acá, tienen que empezar a trabajar desde los 11 años y tienen que ir a curarse con cuy, porque ir al hospital les cuesta una barbaridad. Joder...



Creo que si no resuelvo el tema del niño, a quien tan ánimadamente hablé sobre los beneficios de estudiar para abrirse un campo de infinitas posibilidades, es que me lo pasó Martita, diciendo: es que ya no quiere estudiar... me cago en la leche. Creo que le voy a tener que dar una beca de estudio yo, que no es tan caro, que ya lo he preguntado (me dirían las psicólogas no te impliques, pero no creo que sea implicarse tanto , pero no me quiero precipitar, quiero hablar tranquilamente con Marta, es que si se parase un poco más, le haría unas cuantas preguntitas.



También estuve hablando con un maestro de la escuela, ya estoy tomando apuntes y todo, si no la quiero cagar demasiado, pero en fin...

Es un poco vergonzoso que esta gente tenga que ponerse a trabajar a los 11 años y tengan que ir a curarse con cuy porque tanto ir al colegio como ir al hospital, les cuesta una barbaridad. Vivimos en una sociedad fantástica, gente, al menos podemos estudiar si nos da la gana, y ni nos planteamos la enfermedad como problema (a no ser que sea gordo, claro.

Àngels me n'alegro que t'hagi anat tant bé per ses illes, ja m'explicaràs els teus aprenentatges.

Francesc et veig animat, m'ha agrada, i aquest àlies de Jorge?

Nada más, abrazotes a tothom

2 comentarios:

Unknown dijo...

Lo de javier es parte de un sistema de protección contra el correo basura..no hagas caso.
Oye, en chunchi hay curandero, como nos cuentas, pero ¿hay médico?

Unknown dijo...

por cierto, ¿qué es un cuy?